El secretario general de la CGT, Hugo Moyano, y el líder de la CTA opositora, Pablo Micheli, salieron a festejar por la huelga que paralizó las principales ciudades del país
y tuvo una alta adhesión en varios gremios.
Moyano arrancó su discurso diciendo que el de hoy fue “un día de fiesta”. “Fue un día donde todos los que cumplimos esta jornada importante nos sentimos satisfechos por defender y expresar lo que el trabajador necesita.
Antes de levantar los piquetes más importantes, el titular de la CTA opositora, Pablo Micheli, aseguró que el paro "fue un éxito en todo el país". Y lo cierto es que el impacto de la medida de fuerza, que tuvo una alta adhesión de muchos gremios y la ayuda importante de los bloqueos de tránsito y la incertidumbre que precedió a la medida, se sintió con fuerza tanto en la ciudad de Buenos Aires como en el conurbano y las ciudades más grandes del país.
En
un acto oficial en San Pedro por el Día de la Soberanía Nacional y
luego de que distintos funcionarios de su Gobierno descalificaran el
paro, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner redobló la apuesta, realizó
duras críticas a Micheli y Moyano y deslizó que recurrieron a amenazas
para que los trabajadores se sumaran a la medida: "Hoy no fue una
huelga ni un paro, ni siquiera un piquete". Al tiempo que agregó: "La
huelga es un derecho sagrado, pero sagrado es el derecho de cada
trabajador a decidir qué es lo quiere hacer".
El Puente Pueyrredón estuvo cortado toda la mañana en
ambos sentidos por parte de agrupaciones de izquierda y de la CTA
opositora. Los manifestantes se retiraron poco después del mediodía,
luego de que Micheli anunciara que levantaban los piquetes. Por la
mañana, también fueron bloqueadas completamente la autopista Riccheri, el acceso Oeste, la General Paz y la Panamericana, entre otras.
La Unión Tranviaria Automotor no se plegó al paro.
Pero todas las líneas de trenes fueron interrumpidas, con excepción del
Belgrano Norte. En la mayoría, fue por bloqueos de manifestantes en las
cabeceras o distintos puntos del recorrido, aunque los trabajadores de la línea Sarmiento y la Mitre adhirieron al paro. Tampoco funciona desde la mañana la línea B de subterráneos –que también adhirió a la protesta-. Sí funcionan normalmente la mayoría de las líneas de colectivos.
La situación con los vuelos también fue muy complicada:
no operó Aeroparque y no volaron los aviones con tripulación argentina.
Así, fueron cancelados todos los vuelos de Aerolíneas Argentinas y
Austral, los nacionales y regionales de LAN, y prácticamente todos los
vuelos regionales y nacionales en todos los aeropuertos del país.
En la Ciudad de Buenos Aires fue notorio también el paro de los recolectores de basura. Y el de los bancarios, que se sintió en casi todo el país. En los locales comerciales y gastronómicos, la situación fue mucho menos clara.
En
La Plata hubo piquetes y no funcionaron las estaciones de servicio y
además de los bancarios y recolectores de basura, se plegaron gremios
médicos y docentes; la estación de trenes estuvo cerrada y los micros a
Buenos Aires se cancelaron por los piquetes. El panorama fue similar en
Rosario y Santa Fe y en Córdoba y Mendoza.
Aunque oficialmente el
paro arrancó a la medianoche, en los hechos comenzó ayer a las 18 en los
pasos fronterizos de Uspallata (Mendoza), Iguazú (Misiones), Güemes
(Salta) y Paso de los Libres (Corrientes), donde los camioneros
mantendrán detenidos, según estimaciones del gremio, cerca de 2.000
vehículos de transporte