Al menos cinco chicos, de entre 6 y 11 años, murieron esta noche cuando la combi en la que viajaban desde Capital Federal hasta Banderaló, partido de General Villegas, fue aplastada por el acoplado de un camnión que perdió el control en el kilómetro 180 de la ruta 7, partido de Chacabuco, tras cordonear la banquina.
Hasta el momento hay 8 muertos: 5 nenes, dos mujeres y el chófer de la combi, identificado como Alejandro González, de 31 años.
Además, señalaron que hay 13 heridos, 3 en terapia intensiva, que fueron trasladados al Hospital del Carmen de Chacabuco, donde están siendo atendidos.
La combi, de la compañía Alanis de Junín, transportaba a un equipo de fútbol del Club Juventud Unida de Banderaló, que venía de probarse en Racing Club de Avellaneda.
SAN LUIS NO TIENE CONSUELO
Once de las niñas hospitalizadas en el Centro Sanitario San Luis por la tragedia del ómnibus escolar fueron dadas de alta hoy, mientras que un adulto y tres niñas, todos en terapia intensiva, eran los casos más graves.
Según informó el director del establecimiento Roberto Schwartz, en el Centro Sanitario San Luis aún quedan 16 internados, de los cuales tres están graves (una catequista y tres nenas), hay un adulto en sala común y 11 niñas en sala pediátrica.
Ayer, un tren de carga arrolló a un colectivo que transportaba a alumnas, docentes y autoridades del colegio religioso Santa María en la localidad puntana de Zanjitas, a 60 kilómetros al sur de la capital, y como consecuencia del accidente seis niñas y dos docentes murieron.
La pregunta que nos hacemos: ¿Hasta cuando vamos a tener que seguir soportando que mueran inocentes en accidentes viales?
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