El jefe del SAME, Alberto Crescenti, contó esta mañana
detalles escalofriantes del operativo que condujo ayer en la estación
Once, en el choque del tren, donde murieron 50 personas y más de 700 resultaron heridas de diversa consideración.
El funcionario relató en una entrevista radial que la zona de mayor complejidad estuvo en los primeros vagones, al punto que "más de 140 personas estaban apretadas en no más de
cinco metros", producto del impacto impresionante que tuvieron al
colisionar la formación contra los frenos hidráulicos de la terminal
ferroviaria.
"Tuvimos que pedir a los hospitales vaselina y aceite
para hacer que resbalen los cuerpos y poder así sacarlos. Así de
aprisionados y de enganchados estaban los cuerpos. Era muy difícil",
relató, en una entrevista con Radio 10.
El funcionario resaltó que, por la violencia del impacto , producto de la inercia de los ocho vagones que entrechocan, "los que murieron lo hicieron en el acto" y reconoció que hay personas que no pudieron ser identificadas porque "viajaban sin documentos y cuando uno toma al herido quiere salvar su vida, no le pregunta nombre y apellido".
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