La esperanza se acrecentó pero del otro lado estaba Estados Unidos y las diferencias terminaron
siendo demasiadas. Pese a haber hecho una buena primera mitad, Argentina
no pudo ante el equipo de la NBA y cayó por 109-83. De esta forma el
conjunto albiceleste no logró alcanzar su segunda final olímpica (la
primera fue en el 2004 en Atenas) aunque aún aspira a subirse al podio. Kevin Durant
con 19 puntos, mientras y Emanuel Ginóbili con la misma cantidad de puntos fueron los máximos anotadores. Así, la Argentina deberá pelear el domingo por la medalla
de bronce ante Rusia. Es que en poco
menos de 4 minutos, y apoyados en lazamientos de tres puntos (Bryant,
Paul y James), Estados unidos se disparó con un parcial inicial de 15-4.
Argentina no encontraba los caminos ala aro y hasta ahí solo había
logrado convertir Scola. Sin embargo, tras el tiempo pedido por Lamas,
la cosa cambió. La efectividad del Dream Team desde afuera disminuyó y
de a poco, la diferencia fue limándose (con un buen ingreso desde el
banco de Juan Gutiérrez) para configurar el 24-19 final.
Delfino con dos triples acercó al equipo argentino en el
inicio del segundo, pero fue allí cuando apareció la figura de Lebron
James. El escolta de Miami, sin errores en tiros de cancha en esa
primera parte, estiró las ventajas a once unidades cuando promediaba el
segundo período (43-32). Nuevamente lanzamientos de larga distancia del
jugador de Milwaukee y de Leo Gutiérrez ilusionaron al elenco argentino.
Sobre el cierre de la primera mitad, un triple de Ginobili (8 puntos
hasta acá) deja a Argentina a siete puntos de los Estados Unidos
(47-40). Seis puntos de Manu en el comienzo de la segunda mitad
mantenían a Argentina cerca, pero en un abrir y cerrar de ojos el Dream
Team se escapó. Al igual que en el juego del lunes, los triples de
Durant eran un problema para la defensa argentina, que por momentos se
hundía demasiado. El jugador de Oklahoma (12 puntos producto de tres
lanzamientos de tres) fue imparable y de sus manos se construyó una
ventaja que llegó a ser de 19. El poco goleo en el cuarto (apenas 17
puntos) explican cómo Estados Unidos se alejó para redondear el 74-57. Sin
darle ningún tipo de chances al milagro argentino, los norteamericanos
definieron rápido el partido en el último cuarto. De esta forma, Estados Unidos jugará la final el
domingo ante España, repitiendo el choque decisivo que se diera hace
cuatro años en Beijing, con triunfo para los norteamericanos. Por su
parte, los de Lamas buscarán subirse por tercera vez consecutiva a un
podio olímpico -también el domingo- cuando se midan ante Rusia (cayó a
primer turno con España por 67-59).
Las Leonas perdieron la final pero valen oro
Era una final: se jugaba como tal y se vivía como tal. Se luchó y se peleo hasta el final. Era un partido por el oro olímpico, ese que Las Leonas
anhelaban más que a nada y ese que Holanda defendió con uñas y dientes
para cerrar en el segundo tiempo con dos córner cortos un partido
complicado y convertirse en bicampeona olímpica.
En el primer
tiempo hubo situaciones para los dos, aunque Argentina tuvo mayor
control del juego, después de un arranque con una Holanda al ataque
que, pese a los intentos por los costados y los dos córners cortos, no
llegó al gol. En el último, con el tiempo ya cumplido, por la gran
intervención de Florencia Mutio, primero en la arrastrada de Paumen al
ángulo derecho que tapó a mano cambiada y luego, en el rebote, con el
pie derecho.
Las Leonas tampoco pudieron encontrar la ventaja en
la primera etapa. Ni en el único corto que tuvieron -con una arrastrada
de Noel Barrionuevo que se fue muy cerca del palo izquierdo, ahí nomás
de la posición de Carla Rebecchi-, ni tampoco en los tiros de revés de
Aymar y Barrionuevo, cuando entraron por el sector izquierdo. Como si
fuera poco, a los 24, Mariela Scarone sufrió un corte en el pómulo
izquierdo por un palazo de Ellen Hoog y pudo volver recién a jugar tras
el entretiempo.
Argentina resistió pero cuando Holanda tuvo el
dominio de la bocha fue letal. A los 10 minutos, en el tercer corto del
partido, Mutio pudo otra vez acallar a la arrastrada de Paumen pero no
al rebote de Carlien Dirkse van den Heuvel, que marcó el 1-0. La
revancha, tibia, fue en el intento de D'Elía, en la segunda jugada fija
de Las Leonas pero el amague fue muy lento, las holandesas lo ahogaron
rápidamente y de contra casi meten el segundo. Pero, rápidas de
piernas, las argentinas evitaron cualquier chance en ataque.
No
así pudieron dejar de generar cortos en contra. Holanda tuvo dos más y
en el segundo de ellos, a los 18 minutos, volvió a encontrar la red.
Esta vez, Paumen se sacó el gusto amargo de la arrastrada del final del
primer tiempo y, ahora sí, metió la bocha alta y junto al palo derecho,
inatajable para Mutio, que hasta ahí había tapado casi todo.
Necesitaban
un baño de ilusión después de tanto balde de agua fría. Pero el
nerviosismo se transformaba en impotencia y bronca (con una tarjeta
verde a D'Elía por un empujoncito infantil a Kitty van Male, luego de
que ésta le entrara fuerte en un ataque de Holanda) en un estadio
pintado de naranja. No hubo respuestas en lo anímico ni en el juego.
Las Leonas venían cómo el tiempo se les agotaba. Fue 2-0. No pudo ser
para Luciana Aymar, que se despidió entre lágrimas, en el día de su
cumpleaños número 35, en su último Juego Olímpico. Argentina sigue sin
conseguir el oro olímpico en el hockey. Tendrán que esperar cuatro años
más para tener revancha.
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