No era un rival fácil para Lucenti. Conocía muy bien al canadiense
Valois Fortier. Se habían enfrentado seis veces y las últimas tres
habían quedado en manos del canadiense, una de ellas en los Juegos
Panamericanos de Guadalajara 2011, donde el argentino fue bronce. Por
primera vez en la jornada, Lucenti salió de blanco al tatami. Pese a la
altura considerablemente superior del canadiense, el tucumano se animó y
buscó el yuco pero el videoref le saco el punto. A dos minutos del
final, Valois Fortier llegó al waza ari y fue vital. El argentino no
pudo remontar la historia y se terminó la ilusión. El camino de
Lucenti en la jornada de hoy comenzó cuando se subió al
tatami y, tras una penalización a Ratsimizi al minuto de pelea, llegó el
desenlace soñado. Cuando al combate aún le quedaban 3:45 minutos,
Lucenti logró hacerle un ippon a su rival con el que determinó el final
de la lucha. El tucumano salió muy concentrado y prefirió irse al
vestuario sin hablar, para preparar su próximo combate.
“La
cábala” le funcionó a la perfección, porque en el siguiente combate y a
37 segundos del final, Lucenti encontró el ippon y comenzó a festejar.
Hasta que apareció el surcoreano Kim (y gran candidato al oro) y le puso un freno. En el duelo de
cuartos, Kim llevó las riendas de un combate trabado. Lucenti, que
terminó con un fuerte golpe en el aductor, acumuló tres advertencias
pero fue superado claramente por el mejor del mundo, que pasó a la
semifinal. Seguramente, el dolor en su aductor influyó. Pese a la derrota, dejó
un buen papel con un séptimo puesto en sus segundos Juegos Olímpicos,
despues del 21 lugar en Beijing 2008.
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