Fue 2 a 2 ante Australia, un rival de peso porque es el mejor del mundo, el último campeón mundial y a pesar de todos los contratiempos, líder del ranking.
Después de dos derrotas en la misma cantidad de
partidos, Argentina levantó un
0-2 con el que se fue en el primer tiempo y el equipo de Pablo Lombi lo buscó hasta el final y
con goles de Matías Vila, en el arranque del complemento, y Gonzalo
Peillat, a tres del final, consiguió un merecido 2-2.
Sobre la chicharra
hubo polémica por un corto no cobrado por los árbitros. Si bien no empezo de la mejor manera en el primer tiempo, el seleccionado masculino
tuvo chances de llegar al gol. Fueron en dos córners cortos que
defendieron bien los australianos. El primero, tras el amague de Lucas Vila
que terminó en la pegada baja de Lucas Rey, que el arquero , Nathan
Burgers, interceptó con el cuerpo. Y, el otro, con la arrastrada de
Pedro Ibarra que vuelve a tapar el defensor del arco australiano.
A los 11 minutos, en uno de los tres cortos que tuvo, marcó por intermedio de Matthew Butturini, y a menos de un minutos para el final de la primera etapa, Manuel Brunet cometió un grave error y en su intento por despejar se la dejó servida para Butturini, quien le cedió el gol abajo del arco a Jamie Dwyer ponga el 2-0 parcial.
A los 11 minutos, en uno de los tres cortos que tuvo, marcó por intermedio de Matthew Butturini, y a menos de un minutos para el final de la primera etapa, Manuel Brunet cometió un grave error y en su intento por despejar se la dejó servida para Butturini, quien le cedió el gol abajo del arco a Jamie Dwyer ponga el 2-0 parcial.
Pero Argentina estaba
bien, tenía más juego y conexión entre la línea media y el ataque, se
veía un equipo menos vertical y con más opciones de pase. Y esas
caracteríticas tuvieron su recompensa ni bien comenzó el segundo tiempo,
cuando Lucas Rossi inició un ataque y la abrió a la derecha para Matías
Vila, quien puso un remate que nadie
pudo sacar. Era el descuento, y Argentina siguio buscando el empate que llegaría a tres minutos del final en el tercer córner corto, el primero
del segundo tiempo, Gonzalo Peillat arrastró y consiguió su primer gol
en un Juego Olímpico para poner 2-2 el partido, que se calentó a dos del
final por un córner corto no cobrado para Argentina y una amarilla para
Rodrigo Vila, por una infracción posterior, que dejó al seleccionado
con un hombre menos hasta el final. Aunque los dirigidos por Lombi lo
siguieron buscando no pudo ser. Con la chicharra sólo llegaron las
protestas por aquella jugada fija no cobrada (bien por el árbitro) en un
partido en el que Argentina sumó su primer punto en el torneo pero
podría haberse llevado una victoria.
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