viernes, 3 de agosto de 2012

Histórico empate en el hockey masculino ante los mejores del mundo

Fue 2 a 2 ante Australia, un rival de peso porque es el mejor del mundo, el último campeón mundial y a pesar de todos los contratiempos, líder del ranking. 
Después de dos derrotas en la misma cantidad de partidos, Argentina levantó un 0-2 con el que se fue en el  primer tiempo y el equipo de Pablo Lombi lo buscó hasta el final y con goles de Matías Vila, en el arranque del complemento, y Gonzalo Peillat, a tres del final, consiguió un merecido 2-2. 
Sobre la chicharra hubo polémica por un corto no cobrado por los árbitros. Si bien no empezo de la mejor manera en el primer tiempo, el seleccionado masculino tuvo chances de llegar al gol. Fueron en dos córners cortos que defendieron bien los australianos. El primero, tras el amague de Lucas Vila que terminó en la pegada baja de Lucas Rey, que el arquero , Nathan Burgers, interceptó con el cuerpo. Y, el otro, con la arrastrada de Pedro Ibarra que vuelve a tapar el defensor del arco australiano.
A los 11 minutos, en uno de los tres cortos que tuvo, marcó por intermedio de Matthew Butturini, y a menos de un minutos para el final de la primera etapa, Manuel Brunet cometió un grave error y en su intento por despejar se la dejó servida para Butturini, quien le cedió el gol abajo del arco a Jamie Dwyer ponga el 2-0 parcial.
Pero Argentina estaba bien, tenía más juego y conexión entre la línea media y el ataque, se veía un equipo menos vertical y con más opciones de pase. Y esas caracteríticas tuvieron su recompensa ni bien comenzó el segundo tiempo, cuando Lucas Rossi inició un ataque y la abrió a la derecha para Matías Vila, quien puso un remate que nadie pudo sacar. Era el descuento, y Argentina siguio buscando el empate que llegaría a tres minutos del final en el tercer córner corto, el primero del segundo tiempo, Gonzalo Peillat arrastró y consiguió su primer gol en un Juego Olímpico para poner 2-2 el partido, que se calentó a dos del final por un córner corto no cobrado para Argentina y una amarilla para Rodrigo Vila, por una infracción posterior, que dejó al seleccionado con un hombre menos hasta el final. Aunque los dirigidos por Lombi lo siguieron buscando no pudo ser. Con la chicharra sólo llegaron las protestas por aquella jugada fija no cobrada (bien por el árbitro) en un partido en el que Argentina sumó su primer punto en el torneo pero podría haberse llevado una victoria.

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